Flavio Cabobianco, cuando tenía pocos años, no tuvo mejor idea que escribir un libro revolucionario llamado VENGO DEL SOL. Un recopilatorio de todos los recuerdos de un niño, entre los 3 y 10 años de edad. Un testimonio que puede ayudar enormemente a otros niños que estén pasando por lo mismo y, a la vez, a los adultos que deben aprender a escucharlos con la mente abierta.
VENGO DEL SOL surge a partir de un trabajo de ordenamiento que la periodista austro-argentina Ama Hilde Brostom realiza sobre la base de notas tomadas por Alba Zuccoli y Omar Néstor Cabobianco -padres de Flavio-, de los precisos dibujos donde Flavio ha organizado los niveles del universo y de los "libritos" donde agrupaba los materiales. En los encuentros con ella, Flavio, que entonces tiene 8 años, agrega comentarios a los dibujos y esquemas que facilitan la compresión de sus explicaciones sobre temas tan inasibles como la formación de la materia, la misión al encarar, los recorridos de las almas, la energía de los planetas y el Universo, el tiempo-espacio etc... A medida que se adentra en ellos. Ama pide a Flavio que le amplíe algunos conceptos: sus repuestas incluidas en el libro van aún mas lejos.
La aparición del libro en diciembre de 1991, obliga a Flavio que entonces tiene 11 años a legitimar su condición de joven escritor.
Los bebes lloran porque es muy difícil este planeta. Un bebe trata de expresarse vía telepática, pero no le funciona porque todo aquí es muy denso. Ve todo, lo bueno y lo malo, lo falso y lo verdadero.